El nuevo estudio sobre el estado de la vegetación submarina de la bahía de Portmany, que refleja la preocupante pérdida de 14 hectáreas de posidonia, una parte importante de ellas en la zona de maniobras de los ferris, incluye un mapa topográfico de los distintos tipos de bentos que aún perduran en el fondo submarino y su estado actual de conservación.
El estudio, realizado por la consultora independiente Duna Consultores, ha requerido de un laborioso proceso de observación y toma de datos in situ, que ha permitido determinar con exactitud cuál es la situación actual y compararla con la que había hace doce años, gracias al plano topográfico de vegetación submarina que en 2008 trazó el Ministerio de Medio Ambiente, hoy llamado de Transición Ecológica.
Hasta ahora, este plano era el único que existía y el que se ha utilizado en el estudio realizado por Ports IB en el que, erróneamente, se afirmaba que la posidonia se encuentra en buen estado y no se ve afectada por el tráfico de buques comerciales. Este periodo de doce años coincide, además, con la operatividad de ferris de mayor eslora, de hasta 90 y 100 metros y con motores más potentes, en el interior de la bahía.
El ámbito del estudio es el fondo marino de la bahía de Portmany y concretamente el tramo delimitado por la línea de costa y la recta que une el extremo del dique de abrigo del puerto con el sur de Punta Pinet. Este ámbito tiene una extensión de fondo marino de aproximadamente 90 hectáreas; es decir, 0,9 kilómetros cuadrados, y aparece marcado en la imagen siguiente:
El sistema empleado para elaborar el nuevo mapa topográfico de la bahía ha requerido de diversas fases. La primera consistió en la toma de datos en diferentes puntos de la bahía, para establecer cuáles son los tipos de comunidades que se presentan en el fondo marino.
Una vez establecida la diversidad de tipos de vegetación marina existentes, se realizó una inspección visual de la totalidad del ámbito marino del estudio, con registro continuo de puntos de datos georreferenciados, atribuyendo cada punto a uno de los tipos de comunidades marinas previamente definidos.
Mediante una embarcación ligera y mirafondos, se tomaron 3.211 puntos de datos georreferenciados, registrando el tipo de fondo y las comunidades marinas presentes, así como su densidad o grado de conservación o deterioro.
Una vez realizada esta operación, se completó la malla obtenida mediante una ortofoto de la bahía tomada con dron. Esta ortofoto fue utilizada para introducir puntos de datos adicionales mediante fotointerpretación, para completar la malla de puntos y mejorar la integración que realiza el programa. Se introdujeron 557 puntos de fotointerpretación.
De esta forma se obtuvo una malla con 3.768 puntos, que constituyó la base de información a partir de la cual se procedió a definir los tipos de fondo y comunidades, y a elaborar la cartografía. La malla obtenida se muestra en la fotografía situada al principio de este post.
El resultado de este proceso es una cartografía de detalle de los fondos marinos de la bahía, que distingue veintidós tipos diferentes de fondos, según comunidades bentónicas y tipología del sustrato.
Constituye una herramienta esencial que ha podido demostrar el grave deterioro y muerte de las praderas de posidonia que antaño existían en la zona de maniobras de los ferris, por culpa de la resuspensión de sedimentos durante las maniobras de atraque y desatraque, así como en otras zonas de la bahía, por vertidos de aguas sin depurar o el fondeo incontrolado con muertos y cadenas.
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