En un reportaje publicado hoy por Diario de Ibiza se explica que el fondeo incontrolado en la bahía de Cala Vedella ha alcanzado tales niveles de masificación que incluso se ha llegado a bloquear el canal de acceso balizado hasta la orilla, impidiendo la entrada de pequeñas embarcaciones y el desembarco de personas.
Es importante recordar que el Ayuntamiento de Sant Josep reclama desde hace dos años a la Demarcación de Costas que le autorice a instalar un campo de boyas ecológicas que ponga fin a estos elevados índices de saturación y fomente una mejor conservación de la Posidonia que hay en la cala. El Ayuntamiento pretende instalar un total de 36 amarres de este tipo, destinados en su inmensa mayoría a embarcaciones de 12 metros de eslora o inferiores.
Estos días, según la noticia, se han concentrado en la cala alrededor de 80 embarcaciones. El Grup d’Estudis de la Naturalesa, en un estudio reciente encargado por el Ayuntamiento de Sant Josep, ha llegado a contabilizar un total de 123 muertos para el fondeo, de los cuales casi 90 estaban situados encima de la pradera de Posidonia.
Además del efecto del anclaje y el movimiento de cadenas sobre la pradera, ésta se está viendo perjudicada por los vertidos de aguas residuales de las propias embarcaciones, que también afecta a la calidad de las aguas de baño.
Tanto estos vertidos como otros que se producen en esta cala favorecen la acumulación de nutrientes y material orgánico; un proceso conocido como eutrofización. Provoca que hasta las plantas que no están situadas en la zona de fondeo se vean afectadas y debilitadas por la falta de oxígeno en el agua.