‘Es Voluntaris de sa Badia’, el grupo de jóvenes que impulsa la iniciativa Salvem Sa Badia de Portmany, dentro de su proyecto #EstimSaBadia, ha detectado un total de 32 embarcaciones fondeadas sobre Posidonia en sus dos primeras semanas de trabajo. Aunque durante estas jornadas iniciales los nueve jóvenes que operan en la bahía han dedicada una parte sustancial de su tiempo a formarse en cuestiones que desconocían, como las normativas actuales o el aprendizaje de las señales marítimas, también han desarrollado una importante actividad de toma de contacto con las tripulaciones de embarcaciones fondeadas y de recopilación de datos relacionados con el estado del agua en distintos puntos de la bahía, como temperatura, ph, salinidad, transparencia o presencia de nitritos.
A lo largo de los días en que los voluntarios han permanecido operativos, se ha informado a un total de 72 embarcaciones, 32 de las cuales estaban fondeadas sobre Posidonia oceánica. Esta circunstancia fue corroborada por los propios voluntarios mediante el uso de mirafondos y todas ellas fueron notificadas, además de tomárseles los datos y la posición. Durante estas visitas, los voluntarios también dan las gracias a los que están correctamente fondeados y a todos se les entrega un mapa de Posidonia de la bahía de Portmany y su entorno.
Es importante destacar también que de las 72 embarcaciones con las que se ha mantenido contacto, tan solo 58 tenían conocimientos sobre la Posidonia y únicamente 16 conocían la existencia de la app Posidonia del Govern balear, de gran utilidad a la hora de detectar puntos adecuados para el fondeo por todo el litoral de las islas.
En general, siempre que los voluntarios han informado a estas embarcaciones de su posición errónea, salvo alguna excepción, la tripulación se ha mostrado dispuesta a mejorar su acción, ha agradecido la información y recursos proporcionados y se ha detectado cómo en los días siguientes ha variado de motu propio el lugar de fondeo o ha solicitado ayuda para detectar un banco de arena donde hacerlo correctamente. Este cambio de situación constituye, para Salvem Sa Badia de Portmany, una respuesta muy positiva a la actividad de los voluntarios y demuestra una actitud respetuosa y amable por parte de la gran mayoría de tripulaciones contactadas.
El equipo de voluntarios, que coordinan las biólogas Elisa Langley y Marta Fernández, también han detectado, a pesar de las dos recientes operaciones de limpieza efectuadas en el interior de la bahía, otros cuatro muertos ilegales sobre Posidonia, de los que se han tomado fotografías y marcado las coordenadas, para poder denunciarlos y proponer su retirada.
También se han detectado un total de cuatro barcas averiadas que permanecen fondeadas en un estado deplorable. Ninguna de ellas tiene capacidad para navegar y dos están completamente abandonadas, una frente a sa Punta des Molí y la otra en Caló des Moro. De estas embarcaciones se dará parte a las autoridades, ya que es fácil que en cuanto se produce alguna tormenta acaben sobre las rocas, convirtiéndose en una fuente de contaminación.
Respecto a las encuestas que se han realizado entre los tripulantes de estas 72 embarcaciones, hay que destacar que un número importante solicita la instalación de contenedores de reciclaje próximos a la rampa de desembarco de Caló des Moro, lo que facilitaría el reciclaje a bordo. Seis embarcaciones notifican como necesaria la instalación de boyas ecológicas distribuidas por distintos puntos de la zona oeste de la isla, remarcando especialmente las áreas de Cala Salada, Cala Bassa y Cala Gració.
Otras dos embarcaciones subrayan que es importante que no solo se acuse a lanchas y yates de los problemas de contaminación, ya sea como fuente de basuras o por fondeos sobre Posidonia. En este sentido, han manifestado que también es importante revisar y controlar la red de aguas residuales de la bahía, ya que en sus paseos por la costa han comprobado que la contaminación de la misma es evidente en algunos tramos y perjudicial para el ecosistema marino. Una de ellas, asimismo, señala el afloramiento de aguas residuales en mitad de la bahía y remarca la necesidad de reparar el emisario submarino, que no llega a cuatro millas de la costa.
Los voluntarios también han acometido un análisis cualitativo de especies en diferentes zonas de la bahía, identificándolas bajo su denominación científica: algas, invertebrados como anémonas, erizos, estrellas, esponjas y cangrejos, así como diferentes especies de peces. Finalmente, también se ha hecho una visita a la desaladora y observado la haloclina formada por la diferencia de salinidad, así como comprobado los niveles de amonio y nitritos en distintos tramos de la bahía, mediante test químicos para agua salada.
Todos los datos recopilados por ‘Es Voluntaris de Sa Badia’ se entregarán a final de temporada al Institut Balear de la Natura (Ibanat). El equipo permanecerá operativo hasta el 30 de agosto y se ha puesto en marcha debido a que, en la actualidad, no existe ninguna iniciativa de vigilancia ambiental por parte de las instituciones con competencias en el territorio de la bahía de Portmany.