El pasado miércoles, 4 de agosto, se desarrolló en el puerto y la bahía de Portmany una operación conjunta entre diferentes organismos públicos con competencias en el control y vigilancia del dominio marítimo terrestre para intensificar la lucha contra los chárteres náuticos ilegales. Tras realizar el seguimiento y control de embarcaciones de diferentes tipos se iniciaron un total de 11 propuestas de sanción.
Desde Salvem Sa Badia valoramos positivamente esta operación, pero lamentamos que no se haya producido un sábado, que es el día en que tienen lugar las grandes operaciones de embarque y desembarque por parte de las compañías de chárter llegadas de fuera que presuntamente operan sin las preceptivas autorizaciones.
El objetivo de este ejercicio coordinado, según se ha dicho en un comunicado de prensa, era controlar e inspeccionar las actividades irregulares relacionadas con la actividad mercantil de transporte de viajeros, así como como el fondeo en zonas ilegales o la recogida de personas en puntos no habilitados para ello. También se realizaron controles de documentación y permisos, así como de los títulos habilitantes de los patrones.
El dispositivo contó con la participación de dos inspectores de la Capitanía Marítima de Ibiza y Formentera; de la Guardia Civil, con una patrulla del Grupo Especial de Actividades subacuáticas (GEAS), una patrulla PAFIF (Patrulla Fiscal y Fronteras) y una patrulla en tierra; un técnico de la Dirección General de Transporte Marítimo y Aéreo del Govern de les Illes Balears, la responsable de la Delegación de Costas para Eivissa y un equipo del personal de Ports IB constituido por 5 guardamuelles y el jefe del puerto de Sant Antoni.
Esta iniciativa mancomunada responde a la detección, por parte de las diferentes administraciones competentes, de un incremento en las operaciones de chárter náutico ilegales que se dan en la bahía de Sant Antoni de Portmany. Este tipo de empresas hacen un uso indebido de la costa y utilizan de forma ilegal los muelles de las golondrinas, para cargar y descargar clientes, provisiones y personal de limpieza.
Ante los buenos resultados de esta iniciativa conjunta, las administraciones concurrentes podrían ampliar a diferentes puertos de las Illes Balears operaciones de este tipo con el objetivo de intensificar los controles sobre las actividades irregulares relacionadas con los chárteres náuticos y evitar así la competencia desleal, el uso indebido de la costa, el fondeo sobre posidonia y los vertidos incontrolados en toda la comunidad.
Con relación a las inspecciones «in situ», las visitas de inspección consisten en la comprobación de la disponibilidad de la declaración responsable y la inscripción en el registro de empresas de chárter náutico, la posesión del certificado de navegabilidad en vigor, así como el despacho de Capitanía Marítima, la titulación náutica o los certificados de seguridad y residuos, entre otros documentos.
Durante estos controles también se ha comprobado la disposición de las embarcaciones de una zona de desembarque autorizada por la Demarcación de Costas.