Las aguas de la bahía de Portmany han recibido un nuevo vertido de aguas residuales. Si habitualmente las fugas tienen lugar en el lado sur, en la zona de Cala de Bou, en esta ocasión ha vuelto a suceder en la playa de s’Arenal, que ayer por la tarde, alrededor de las 17 horas, fue cerrada por orden del Ayuntamiento de Sant Antoni.
Los servicios municipales detectaron una rotura en el sistema de impulsión del bombeo de aguas residuales de Abaqua a la altura del Camí des Regueró, denominado La Antigua, que va desde la estación de autobuses hasta la depuradora. La rotura de la tubería generó un socavón en el asfalto de la carretera y la salida de aguas sucias, que llegaron de forma masiva a la playa de s’Arenal. Por este motivo, esta fue cerrada de manera preventiva, quedando prohibido el baño.
Al producirse este nuevo episodio de contaminación, los servicios técnicos, el coordinador de playas del Ayuntamiento, los servicios de socorrismo y salvamento y la concesionaria de Abaqua en Sant Antoni, Cadagua, que depende del Govern balear, se pusieron a trabajar en la avería para repararla y abrir la vía lo antes posible. La Policía Local de Sant Antoni, por su parte, procedió a regular el tráfico en la zona de la rotura y cerrar el acceso a la playa.
La avería se produjo en una de las dos líneas de impulsión que tiene el bombeo, por lo que queda operativa la otra, que garantiza que de momento el agua residual llegue a la depuradora. El Ayuntamiento, asimismo, encargó ayer que se tomaran muestras de forma inmediata para determinar la calidad del agua de baño. En cuanto los análisis determinen que el agua ya no está contaminada, la playa volverá a abrirse. Además, el tramo de carretera afectado se ha cortado al tráfico y se ha señalizado el agujero con elementos luminosos debido a la peligrosidad que supone para vehículos y viandantes.
Hace dos años, ya se produjo otra avería similar en la misma zona. Las infraestructuras sanitarias que afectan a todo el ciclo del agua constituyen uno de los problemas más graves que afronta la bahía de Portmany, debido a su obsolescencia e incapacidad para asumir la elevada presión humana que se genera durante la temporada.