La Asociación Salvem sa Badia de Portmany ha presentado una petición oficial ante la Agència Balear de l’Aigua i la Qualitat Ambiental (Abaqua), dependiente del Govern balear, para que se tomen de inmediato medidas correctoras que reduzcan los efectos del gravísimo vertido de materias fecales que lleva produciéndose en Caló de s’Oli desde hace ya diez días.
Alrededor de las 15,30 horas del citado 26 de septiembre, se produjo la rotura de una tubería general de la red de saneamiento situada junto al edificio del Auditorio Caló de s’Oli que traslada aguas no depuradas hasta la estación depuradora de Abaqua, donde son tratadas antes de evacuarse al mar a través del emisario. Desde entonces y mientras se afronta una obra de urgencia para sustituir la infraestructura dañada, la bahía de Portmany ha estado recibiendo un incesante caudal de toneladas de aguas fecales, en lo que ya solo cabe calificar como la mayor catástrofe ambiental ocurrida en la bahía de Portmany en los últimos años. Un daño gravísimo que se podría haber evitado si se hubiese sustituido esta tubería de fibrocemento antes, ya que la conducción había superado su vida útil y en los últimos años ha sufrido roturas y averías constantes.
Actualmente, este caudal de aguas residuales sin filtrar se está vertiendo en la bahía a través de un aliviadero paralelo al emisario, que desemboca a tan solo 60 metros de la costa. Este flujo de aguas contaminadas y contaminantes está ocasionando daños a todas las comunidades bentónicas de la zona, tanto de flora como fauna, resultando la pradera de Posidonia oceánica especialmente perjudicada, ya que se halla en el mismo lugar de la desembocadura. El vertido, asimismo, está poniendo en peligro la calidad de las aguas de las playas conlindantes y la Zona de Especial Protección para las Aves situada en este mismo entorno (ZEPA 516).
La preocupante falta de medidas de contención de estas materias fecales provoca que el vertido se expanda afectando a una zona mucho más amplia. Salvem sa Badia ha podido comprobar cómo los efectos de los lodos, fangos y materias contaminantes, tanto orgánicas como inorgánicas, se aprecian a simple vista en el mar, ya que provocan cambios de color y una intensa turbidez, además de una intensa pestilencia. El agua contaminada, asimismo, queda a merced de las corrientes y los cambios meteorológicos, poniendo en riesgo diferentes puntos de la costa dentro de la bahía, donde conviene recordar que existen múltiples playas turísticas que aún reciben la afluencia de bañistas.
Al desviarse la contaminación de forma directa al mar, se dificulta la gestión de la contaminación de las aguas y se impide la aplicación de medidas de filtración y eliminación de los residuos. Ante esta grave y preocupante situación, desde Salvem Sa Badia se ha solicitado lo siguiente a Abaqua, como entidad responsable del vertido y su gestión:
1º) Que se desarrolle un plan de vigilancia y control del vertido, y se apliquen de manera inminente medidas reductoras, correctoras y compensatorias en la zona de Caló de s’Oli.
2º) Que se realicen analíticas de calidad del agua en toda la zona cercana al aliviadero, incluyendo tanto zonas de rocas como de playa. Entre estas mediciones deben incluirse las relativas a oxígeno disuelto (DBO), cantidad y diversidad de microalgas, bacterias coliformes (concentración de E. Coli) y Materia orgánica disuelta (MOD).
3º) Que también se tomen muestras de agua y se realicen analíticas en todas las playas cercanas: Punta Xinxó, Es Pinet, Caló d’en Serral, Port des Torrent, s’Estanyol, es Pouet, es Pouetó y la playa de s’Arenal, al menos durante los meses de octubre, noviembre, diciembre y enero. Durante los meses siguientes al vertido la contaminación seguirá teniendo efectos en la masa de agua y debe garantizarse el buen estado de las playas y los espacios de costa rocosa que son accesibles para el baño. Aunque la temporada turística termina en unas semanas, los usos de la costa por los residentes continúan y debe garantizarse un estado saludable del agua y las orillas.
4º) Solicitamos que sean publicadas las medidas de análisis de la calidad de agua en las redes públicas y que se hagan accesibles a todas las entidades que así lo soliciten.
5º) Pedimos también que se lleve a cabo un seguimiento de las analíticas tomando muestras con diferentes intervalos de distancia con respecto al emisario-aliviadero en la línea de costa, para poder evaluar las zonas de mayor afectación y calcular la inmensidad y el área de afectación de los daños causados.
6º) Abaqua también debe hacer públicos los datos referentes al vertido: volumen (metros cúbicos de aguas fecales que han ido al mar), caudal del vertido, carga contaminante del vertido, cálculo del canon del vertido, emisión de olores y medidas de turbidez del agua a distintas distancias del vertido.
7º) Pedimos que se hagan con urgencia las inspecciones necesarias para el desarrollo adecuado del seguimiento y análisis del vertido, en cumplimiento de todas las leyes que corresponde, y que se informe a la Asociación Salvem sa Badia de Portmany del resultado de estas acciones.
8º) Deben aplicarse, asimismo, todas las medidas correctoras sobre los efectos que desencadena un episodio de vertido de aguas fecales y residuales sin filtrado, principalmente de origen urbano. Presentar y ejecutar un plan de saneamiento y control del vertido del colector y accionar programas de reducción de la contaminación causada por sustancias peligrosas del mismo vertido.
Para el programa de medidas reductoras de la contaminación existen soluciones como:
- Barreras de contención para recolectar la materia sólida del vertido.
- Barreras de contención con mallas filtradoras para la filtración y recolección de materia fina, evitando la sobreexpansión del vertido.
- Usar un tanque/embalse temporal en tierra como depósito para recolección del vertido de la red colectora, a partir del cual hacer el proceso de prefiltrado antes de ser vertido al mar.
- Limpieza y recolección de las materias ya vertidas por medio de embarcaciones, redes, mallas, equipos de buzos y todo el equipo necesario para reducir la materia residual volcada al mar y a la costa.
- Aplicar los métodos de aspiración necesarios para eliminar la mayor cantidad de la carga contaminante líquida vertida en el punto de salida del tubo aliviadero.
En referencia a las medidas compensatorias y de mejoras de los ecosistemas tras el impacto a largo plazo, pedimos a Abaqua el desarrollo de los siguientes trabajos:
- Estudio de la afectación y el impacto ambiental sobre los ecosistemas bentónicos de la Badia de Portmany.
- Estudio y análisis de los sedimentos de la zona afectada, tomando puntos de muestreo a lo largo de toda la bahía en ambas direcciones (este y oeste) del vertido, y considerando la expansión de la zona afectada habiendo efectos directos e indirectos por la continuidad temporal del impacto.
- Análisis y estudio del efecto de eutrofización en la costa como consecuencia del vertido a corto y largo plazo, estudiando las proliferaciones y blooms desde el año del vertido.
- Estudio y seguimiento de las praderas de posidonia colindantes al vertido.
- Regeneración de los ecosistemas, específicamente de la flora estructurante (Cystoseira sp.) asociada al hábitat de poca profundidad, afectados por la contaminación del vertido y estudios de biomasa y presencia y ausencia de especies bioindicadores.
- Regeneración y estudio detallado, específicamente de Posidonia oceánica, en las praderas afectadas por la contaminación marina del vertido.
Las consecuencias de este grave vertido deben tomarse con responsabilidad y está en manos de Abaqua la ejecución de las medidas adecuadas. En todo caso, reducir el impacto debe ser la prioridad en este momento. Esconder los efectos de este incidente bajo el fondo marino no hará que desaparezcan y solo se agravarán con el tiempo.
Desde Salvem sa Badia queremos subrayar también el compromiso que en su día adoptó Abaqua de arreglar el actual emisario, cuya vida útil concluye en 2025. Lleva años agujereado y vertiendo a cuatrocientos metros de la costa y a poca profundidad, cuando debería hacerlo a 1,4 kilómetros y 30 o 40 metros de profundidad.