El pasado sábado por fin tuvo lugar un operativo para vigilar el fondeo ilegal y los chárteres irregulares que operan en la bahía de Portmany, precisamente el día de la semana en que la bahía se llena de estas embarcaciones, fondeando sobre posidonia en muchos casos y utilizando los muelles de las golondrinas, donde no están autorizados a operar, para cargar pasajeros, personal de limpieza y víveres. Las anteriores vigilancias, realizadas en temporadas pasadas, habían tenido lugar otros días en que los chárteres no acuden masivamente a puerto, por lo que habían resultado infructuosas.
El Govern balear ha remitido una nota de prensa en la que especifica que esta operación de vigilancia la llevó a cabo la Conselleria del Mar y el Ciclo del Agua, en colaboración con la Guardia Civil, a través del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), y la Patrulla Fiscal y de Fronteras (PAFITE). También se recibió el apoyo de un técnico de la Dirección general de Transporte Marítimo y participaron un agente de Medio Ambiente de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural. El Ayuntamiento de Sant Josep, asimismo, colaboró con medios y personal de Policía Local y Protección Civil.
Durante el operativo se inspeccionaron 28 embarcaciones, de las cuales 21 pertenecían a la lista sexta de chárter náutico. Como resultado de estas inspecciones, se propuso que una docena de embarcaciones levantaran el ancla y cambiaran su ubicación, dado que se encontraban dentro de la zona designada para bañistas o sobre posidonia. Durante la jornada, se abrieron trece actas de inspección, la mayoría de las cuales se debieron a la falta de documentación requerida para llevar a cabo la actividad de ‘chárter náutico’. También se registraron casos de fondeo sobre posidonia, carencia de las titulaciones náuticas obligatorias y ausencia de contratos de alquiler formalizados.
Aunque esta primera operación constituye un hecho positivo, para Salvem sa Badia de Portmany llega demasiada avanzada la temporada y servirá de poco, si no se persiste realizando más inspecciones con regularidad. Salvem sa Badia, asimismo, fue testigo de que efectivamente el operativo pidió la documentación a algunas embarcaciones, pero los chárteres ilegales siguieron cargando mercancías y personas en los muelles de las golondrinas, pese a que allí no pueden hacerlo, sin que ninguna autoridad de las presentes se acercara a ellos a denunciarlos.
Llama la atención, además, el cambio aplicado por el Govern balear al topónimo de la “bahía de Portmany”, que es su nombre histórico, a la que ahora ha pasado a denominar “bahía de Sant Antoni y Sant Josep”.