Estas últimas semanas se está produciendo un fenómeno muy llamativo en la bahía de Portmany y otras áreas de su entorno, que ya ha sorprendido a numerosos bañistas, deportistas náuticos e incluso biólogos. Los radiolarios son unos protozoos que llaman la atención por sus múltiples formas y los puntos claros y bioluminiscentes que caracterizan su cuerpo transparente.
A diferencia de otras ocasiones, los radiolarios están llegando en una cantidad mucho mayor y de forma menos dispersa, conformando auténticas masas de colonias que, en algunas zonas, producen la sensación de una verdadera sopa de protozoos en el mar. Así le ocurrió hace pocos días a Joan Muson, socio de Salvem sa Badia de Portmany, que se topó con una gran cantidad en ses Balandres.
“Tras fondear sobre gran una mancha de arena con unos amigos, nos dimos un chapuzón y de pronto nos vimos rodeados por estos organismos. Al principio pensamos que eran una especie de gusanos que se movían por sí mismos, pero luego cogimos uno con un vaso y descubrimos que permanecía estático, así que imagino que se mueven con la corriente. Algunos decían que eran huevos de medusa o algún tipo de alga, pero, en todo caso nos parecieron muy raros y nos impusieron cierto respeto. Había tantos que probablemente nos tragamos más de uno nadando. Tenían formas distintas: redondos, alargados como gusanos… Alguno los tocó y vio que no hacían nada. Luego comenté en el trabajo lo que habíamos visto y una compañera aficionada al paddle surf, se encontró también con una gran colonia por la zona de es Vedrà”, explica Joan.
La bióloga de Salvem sa Badia de Portmany, Verónica Planas, pudo hacer una fotografía de uno de ellos, durante una inmersión por la zona de s’Espartar. La tomó el pasado día 7 de octubre y explica que toda aquella zona hasta Platges de Comte se hallaba repleta de manchas intermitentes de radiolarios.
“Los radiolarios son microorganismos protistas; es decir, organismos unicelulares con núcleo definido, pero con un esqueleto de silicio que protege la célula. Éste permite que se formen agrupaciones en forma de colonias como las que nos estamos encontrando estos días. Son una parte muy importante del plancton marino y de la red trófica, puesto que constituyen el alimento de otros organismos más grandes. Al morir, los esqueletos pasan a formar parte de los sedimentos marinos y la arena de las playas, junto con los restos de otros organismos, y pueden apreciarse fácilmente con una lupa o a través de un microscopio», explica Verónica Planas.
Más allá de la bahía de Portmany, hemos recogido también el testimonio de Toni Planas, que observó el fenómeno el pasado 4 de octubre en Cala Xarraca: «Fuimos a remar y a bucear, y después nos quedamos para poder ver las estrellas. Cuando ya oscureció, alrededor de la isla central de la cala, empezaron a aparecer puntos de luz flotando, bastante brillantes. Iban encendiéndose unos y apagándose otros, como luciérnagas. Cuando te acercabas a observarlos se apreciaba una especie de nebulosa que colgaba de ese punto de luz. A medida que la noche oscurecía empezamos a ver más manchas grandes y brillantes por la cala».
Una masa de radiolarios también apareció el 1 de octubre en el interior de la cueva que alberga el Aquarium de es Cap Blanc. Allí, la bióloga Sara Marotto también les tomó una fotografía, que es la misma que encabeza este reportaje.