El pasado sábado, 24 de noviembre, dos ejemplares de Alca torda, ave más conocida como ‘pájaro pingüino’, fueron hallados sin vida en la orilla de la playa de s’Arenal por un equipo de Salvem sa Badia de Portmany, que alertó a la Conselleria de Medio Ambiente, a través del 112. Hoy mismo, se ha avistado otra pareja nadando y alimentándose en plena bahía, probablemente la misma que también fue localizada por otro equipo de Salvem sa Badia el martes.
El ‘pájaro pingüino’ es un ave rara de ver en el archiélago balear y que procede del Atlántico Norte, donde habita en lugares como Groelandia, Noruega o Islandia, entre otros países. Suele migrar en busca de calor a zonas del Atlántico sur, como Cádiz o Portugal, pero no es frecuente que se desplace hacia el Mediterráneo.
En estos días se han producido numerosos avistamientos en Mallorca, Córcega y en la costa mediterránea francesa y el levante español. Algunos expertos han señalado que las aves están huyendo del norte del Atlántico para protegerse de un fuerte temporal que está azotando las zonas donde habita. Según fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente del Govern balear, no es la primera vez que aparecen en Balears, aunque su presencia es accidental y rara.
Muchas de ellas llegan extremadamente debilitadas por el esfuerzo y mueren. Son conocidas como ‘pájaro pingüino’ por su parecido con este animal, aunque no pertenecen a la misma familia. Se alimentan de peces y se desplazan tanto bajo el agua como volando, pudiendo recorrer distancias muy amplias. Los pájaros que llegan heridos son recogidos hasta que se recuperan y se sueltan de nuevo.
El avistamiento de hoy ha coincidido con los trabajos de custodia marina que realiza el instituto Quartó de Portmany, en colaboración con Salvem sa Badia de Portmany. Ha sido un momento muy especial, ya que los alumnos y sus profesores nunca habían contemplado este animal en nuestras aguas.
El proyecto educativo de custodia marina que impulsa Salvem sa Badia de Portmay con los institutos de la zona acaba de cumplir un año, ya que se puso en marcha en noviembre de 2021. Participan en él alumnos de Sa Serra, Quartó de Portmany, Sant Agustí y Trinitarias, de entre 14 y 17 años, que eligen una playa de la bahía. A ella acuden al menos una vez por estación para descifrar la biodiversidad del entorno y realizar un seguimiento de los cambios en la vida marina producidos en los distintos momentos del año, con condiciones meteorológicas diferentes.
En el transcurso de estas visitas, siguiendo un protocolo científico y en el marco de una cuadrícula, los alumnos toman datos de las especies que encuentran en la orilla de la playa, para así poder apreciar cambios, hacer un seguimiento de especies objetivo que son importantes para la conservación marina y aportar dichos datos a plataformas de ciencia ciudadana, como Observadores del mar, Reefcheck y Biodibal. También se localizan indicios sobre la reproducción de las praderas de Cymodocea nodosa y Posidonia oceánica, buscando sus flores y frutos.