Un nuevo estudio de la iniciativa ‘Salvem sa Badia de Portmany’ revela que alrededor de cuatro hectáreas de Posidonia oceánica ya han quedado enterradas en la zona de atraque y maniobra de los ferris, en el puerto de Sant Antoni. La extensión de pradera deteriorada ha podido establecerse mediante una fotografía aérea de alta resolución, que muestra el estado real del fondo marino en esta zona del puerto.
Como punto de partida, el estudio ha utilizado la cartografía de los hábitats marinos de las Illes Balears, elaborada por el Govern Balear, que es la misma que se ha utilizado también en el “Informe de evaluación del tráfico comercial del puerto de Sant Antoni de Portmany” difundido la semana pasada por Ports IB. Esta cartografía puede encontrarse en el visor del IDEIB (Infraestructura de Dades Espacials de les Illes Balears).
Dicho mapa sitúa una amplia zona de Posidónia oceánica en la zona de maniobras de los ferris que, tal y como puede contemplarse en el detalle de una fotografía aérea tomada en mayo de 2020, ha desaparecido prácticamente por completo. Cabe destacar que la única afección que reciben los fondos en esta zona es la provocada por los ferris, en su maniobra de atraque.
El documento explica las características del giro que deben realizar estas embarcaciones, para ciabogar alinéandose con la zona de atraque y colocar la popa sobre el tacón, para poder después realizar la descarga de vehículos. En el transcurso de esta maniobra, las embarcaciones deben acelerar sus motores para lograr el giro, provocando la resuspensión de los fondos marinos y su desplazamiento hacia la parte sur y sureste de la bahía, enterrando la Posidonia oceánica con los sedimentos y provocando turbidez en las playas de S’Arenal, Es Pouet y S’Estanyol, entre otras.
En el estudio se incluye además una descripción fotográfica de dicha maniobra, cuyas imágenes exhiben la estela de polvo y lodo que se levanta durante el giro. Finalmente concluye que el impacto sobre la Posidonia oceánica podría ser reversible en el tiempo si se detiene la entrada de estos grandes buques en el puerto de Sant Antoni. Lo contrario, añade, provocaría que se siguiera destruyendo Posidonia oceánica, especie que proporciona limpieza y claridad a las aguas de la bahía, retiene la arena en las playas y constituye un valioso hábitat donde crían docenas de especies marinas.