Un estudio promovido por el Ayuntamiento de Sant Josep ha detectado un total de 156 estructuras de fondeo (muertos) en el tramo sur de la bahía de Portmany, dentro de su término municipal. Este trabajo también ha detectado que el 41% de estos muertos ilegales se han colocado sobre la pradera de Posidonia oceánica y la mayoría tienen cadenas y anclajes que multiplican su efecto perjudicial en el entorno marino.
El análisis ha sido realizado por el GEN-GOB, como continuación del que ya se realizó en 2019 en Cala Vedella, dentro del objetivo de conocer el alcance del impacto que tienen los fondeos irregulares en el entorno marino. Las zonas de s’Estanyol, Caló d’en Serral, Punta Pinet, Punta Xinxó y Port des Torrent concentran gran número de estructuras de fondeo y sufren una presencia permanente de embarcaciones.
“Este estudio nos aporta luz sobre el alcance de un problema muy complejo al que queremos poner remedio desde el Ayuntamiento con acciones que nos permitan llegar a erradicar los fondeos irregulares”, ha dicho el concejal de Litoral y Playas, Josep Guasch. El concejal ha recordado que la competencia municipal es hasta la orilla del mar y ha reiterado la petición de una actuación decidida de las administraciones competentes para perseguir “esta y otras actividades vinculadas, como el alquiler náutico irregular”.
Durante este verano, se han llevado a cabo inmersiones para identificar y geo-referenciar las estructuras de fondeo en la bahía. Fruto de estas tareas se han detectado 156 muertos, formados por elementos como bloques de hormigón, neumáticos, estructuras metálicas y otras. En la zona de s’Estanyol, Caló d’en Serral y Punta Pinet se han detectado 85 muertos, mientras que en Punta Xinxó y Port des Torrent se han identificado 29 y 42 estructuras, respectivamente.
Las estructuras de fondeo identificadas no disponen de ningún tipo de autorización y por tanto son ilegales, utilizando un espacio público para un beneficio particular. Por otro lado, la mayoría de los muertos disponen de cadenas y anclajes que impactan sobre los alrededores de la estructura, arrasando con los valores naturales que pueda haber en la proximidad. Además, dado que no reúnen las condiciones necesarias de seguridad, es habitual que durante los temporales, algunas embarcaciones que los emplean acaben arrastradas hasta la orilla, generando otros problemas en el litoral.
Este estudio, junto con otras informaciones que está recogiendo el Ayuntamiento de Sant Josep y otras administraciones, tiene que servir para gestionar el litoral del municipio con el objetivo que se haga un uso sostenible del mismo. “Queremos evitar los abusos por parte de un pocos que tienen impactos graves sobre los valores naturales que mantienen el equilibrio de nuestros ecosistemas marinos y garantizan la calidad de nuestras aguas, uno de nuestros atractivos más importantes”, ha dicho la concejala de Medio Ambiente, Mónica Fernández.
En los fondos marinos de la bahía de Portmany próximos a la costa se encuentran varias comunidades marinas, sobre sustratos de fondos de roca y fondos arenosos, destacando importantes praderas de Posidonia oceánica y de Cymodocea nodosa. Estas comunidades, protegidas por la normativa europea, estatal y autonómica, se ven afectadas por varios impactos, especialmente durante la temporada turística, como pueden ser vertidos de contaminantes, volcado de tierra en el mar, presencia de algas invasoras y, en las zonas más próximas a la costa, los impactos físicos del anclaje de embarcaciones e instalación y uso de muertos.