La remodelación del Govern balear anunciada ayer por la presidenta Francina Armengol puede tener consecuencias directas para el futuro de la bahía de Portmany, ya que Josep Marí Ribas, ‘Agustinet’, hasta ahora alcalde de Sant Josep de Sa Talaia, sustituye al menorquín Marc Pons al frente de la Conselleria de Movilidad y Vivienda, de la que depende el organismo Ports IB, que gestiona el muelle comercial y otras áreas de la bahía de Portmany.
El Consejo de Administración de Ports IB tenía previsto celebrarse el próximo jueves, 18 de febrero, y en él iba a tomarse la decisión de si debe continuar el tráfico de ferris a Sant Antoni y, en caso afirmativo, en qué condiciones. El conseller saliente, Marc Pons, se mostraba partidario de la vuelta de los grandes buques a Sant Antoni, mientras que el entrante, ‘Agustinet’, ha opinado en el pasado justo lo contrario. Hoy Diario de Ibiza publica una noticia en la que ‘Agustinet’ ya adelanta que su intención es ampliar la moratoria para lograr “un acuerdo más amplio que el que ha habido hasta ahora. Estudiaremos cualquier salida para que no nos aprieten los zapatos. Creo que no hace falta ir apretados. Un cambio de conseller merece un poco de tiempo para reflexionar”, ha comentado a través de las páginas de este medio de comunicación.
En una entrevista que ‘Agustinet’, como alcalde de Sant Josep y responsable político de la mitad de la bahía, concedió para su publicación en la página web de Salvem Sa Badia y que fue íntegramente reproducida en Diario de Ibiza, opinaba lo siguiente sobre el asunto de los ferris: “Aunque es una cuestión que sobre todo atañe al municipio de Sant Antoni, la realidad es que todo lo que pasa en la bahía acaba afectándonos de alguna manera. Mi postura es clara: los ferris no hacen ninguna falta dentro de la bahía, por los impactos que generan y, sobre todo, porque en la pasada legislatura se alcanzó un acuerdo muy importante, por unanimidad de todos los grupos de Sant Antoni, para que los ferris no siguieran operando. Hasta ahora, que yo sepa, no se ha producido ningún cambio de postura y, por tanto, debe mantenerse lo defendido por el Ayuntamiento y que también se aprobó en el Consell. Eso provocó la moratoria del Govern, en el sentido de modificar posteriormente la Ley de Puertos para que se puedan evitar los ferris en Sant Antoni. Espero que se alcance esta solución, ya que estoy convencido que la bahía tiene que ser turística, sin tráfico de ferries”.
Estas declaraciones se hicieron públicas el 14 de octubre y en ellas ‘Agustinet’ añadía que “si en diciembre no hay acuerdo para que no vuelvan los ferries, habría que prorrogar la moratoria. Levantarla solo porque no se ha llegado a un acuerdo unánime sería un paso atrás en la situación actual”.
Mes y medio después, el 26 noviembre, el pleno del Ayuntamiento de Sant Josep, tal y como había ocurrido ya en Sant Antoni, aprobó pedir al Govern balear la eliminación de los ferris entre la península y la bahía de Portmany. La moción la presentaron el PSOE y Unidas Podemos, fue aprobada por mayoría y en ella se argumentaba lo siguiente: “Hasta el año 2018, los ferris de pasajeros han operado con completa libertad en nuestra bahía, sin todas las medidas necesarias, provocando problemas de seguridad y medioambientales con la entrada de grandes barcos. Algunos de estos problemas, como son la formación de grandes olas o la turbidez de las aguas, provocan el movimiento del fondo marino dentro de la bahía con todas las consecuencias medioambientales que esto ocasiona. En cuanto al número de visitantes que pueda aportar el tránsito de barcos al puerto de la bahía, es insignificante, ya que no tiene una incidencia relevante en la ocupación hotelera de la zona de Sant Josep”.
Por todas estas razones, el Pleno del Ayuntamiento de Sant Josep instaba al Govern balear a “priorizar el uso recreativo, deportivo, pesquero y de refugio del puerto de la bahía de Portmany y garantizar el tráfico interior y de cabotajes con Formentera en el Plan General de Puertos”. El consistorio también pedía que “solo en caso de emergencia, se garantice el uso del puerto para la entrada de pasaje y suministros de mercancías a la isla de Ibiza” y exigía “eliminar los ferris de gran tonelaje en la línea marítima entre el puerto de la bahía de Portmany y la península” y la “prohibición del mantenimiento de ferris atracados en el puerto”.