En este cuarto vídeo de la serie de piezas breves que forman parte del documental ‘Portmany, una bahía amenazada’, explicamos cuáles pueden ser las consecuencias del empobrecimiento de la vida vegetal en la bahía de Portmany. Para ello, analizamos un ejemplo extremo, pero muy cercano: la Manga del Mar Menor, que en otros tiempos fue la laguna salada más importante de Europa y un tesoro ecológico.
En octubre del año 2019 miles de peces muertos aparecieron en la costa. Los vertidos de aguas residuales y los nitratos y fosfatos empleados en la agricultura intensiva, arrastrados por la lluvia, han provocado la turbidez del mar y el crecimiento incontrolado de microplacton.
Este fenómeno impide la entrada de rayos de sol en el agua, provocando la muerte de las plantas y, de forma indirecta, de toda la vida en el interior de la laguna. El resultado es que el Mar Menor ha perdido sus diecisiete banderas azules, el turismo ha emigrado a otras zonas y ni siquiera los que poseen una segunda residencia veranean ya allí.
En un informe de 2019, la Fundación Marilles, junto con la Universidad de les Illes Balears y diversos organismos oficiales de investigación, reconocen y califican el estado de conservación del fondo marino de la bahía de Portmany como desfavorable e inadecuado. Y lo mismo indica otro estudio encargado por el Consell Insular d’Eivissa en 2018. Esto significa que no se están tomando todas las medidas necesarias para proteger la pradera de Posidonia y que ésta corre serio peligro a medio y largo plazo.
A continuación, ofrecemos la versión completa del documental, de 16 minutos de duración.