Seguimos con la serie de vídeos breves que forman parte del documental ‘Portmany, una bahía amenazada’. En éste explicamos cómo los fondeos incontrolados dañan a la Posidonia océanica. Muertos de hormigón, cadenas y anclas siegan y arrancan esta planta, debilitando la vegetación y abriendo paso a la acumulación de sedimentos.
La parte central de la bahía, donde se produjeron fondeos incontrolados durante décadas, es una de las más afectadas. En el año 2013, el Club Nàutic Sant Antoni, presentó ante el Govern balear un proyecto para intentar remediar la situación. Constaba de dos fases: una primera de limpieza de los fondos en la parte central de la bahía y una segunda consistente en la instalación de boyas ecológicas para evitar el fondeo indiscriminado.
El proyecto, financiado íntegramente por la entidad sin ánimo de lucro, recibió luz verde en enero de 2015. Durante mes y medio, dos equipos completos de buceadores con embarcaciones trabajaron incansablemente para extraer 173.000 kilos de residuos. Se recuperaron 14 embarcaciones hundidas, 2.000 kilos de cadenas y hierros, 400 kilos de baterías y 183 muertos de hormigón, entre otros desperdicios. Todo este material fue retirado por gestores autorizados.
Posteriormente, se instalaron tres polígonos con boyas ecológicas, ancladas mediante un sistema que no afecta a las comunidades marinas del fondo y que hoy se gestionan mediante una concesión temporal.
Lejos de solventarse el problema, éste se trasladó a la zona sur de la bahía, pese a que es una zona más desprotegida de los vientos. En ella se encuentra la posidonia mejor conservada y se han llegado a acumular cerca de 200 embarcaciones, un 40% de ellas fondeadas sobre esta planta marina. En los últimos años, además, varias empresas de chárter náutico también se han instalado allí e incluso utilizan los muelles de las golondrinas de trafico interior de la bahía para subir y bajar clientes, maletas y provisiones. Los efectos sobre la pradera de Posidonia comienzan a ser muy evidentes.
A continuación, ofrecemos la versión completa del documental, de 16 minutos de duración.