Todos los años multitud de embarcaciones fondean ilegalmente en la zona sur de la bahía, un área donde se encuentra la pradera de posidonia mejor conservada de la parte interior de la ensenada. Estas barcas, que actualmente ya superan el medio centenar, según consta en una fotografía aérea tomada el pasado 25 de junio por encargo de la iniciativa Salvem Sa Badia de Portmany, utilizan este enclave para pasar el verano. Para ello instalan fondeos fijos a base de bloques de hormigón y cadena en el fondo. A medida que los vientos cambian, la embarcación bornea y la cadena va arando los fondos, desgarrando y eliminando paulatinamente la pradera de posidonia. El año pasado, durante el mes de agosto, se contabilizaron más de cien embarcaciones en la zona y en su gran mayoría con personas viviendo a bordo.
Además de los graves daños sobre la pradera de posidonia, otro impacto negativo que generan estas embarcaciones son los vertidos que producen, ya que al estar fijas en la zona y vivir gente a bordo, todas las aguas sucias y, en su caso, aguas hidrocarburadas (combustible, aceites, etcétera) van directamente al mar y a menudo la corriente las arrastra hasta las playas d’en Xinxó, es Pinet, s’Estanyol o es Puet, entre otras.
La iniciativa Salvem Sa Badia, asimismo, se teme que los muelles destinados al servicio de transporte de un lado a otro de la bahía con golondrinas vuelvan a utilizarse ilegalmente por empresas chárter que se ubican en la zona sin permiso. El año pasado, una de estas compañías procedentes de la península instaló nueve fondeos ilegales y utilizaba dichos muelles, incluso cuando las golondrinas embarcaban y desembarcaban pasajeros, para trasladar clientes y provisiones con lanchas neumáticas. Esta empresa de catamaranes se anunciaba en Airbnb como alojamiento y puntualizaba que no era necesario estar en puerto.
Todas estas actividades ilegales afectan negativamente a las praderas de posidonia, a la calidad de las aguas de baño y a la actividad turística en la bahía. Desde Salvem Sa Badía creemos que es esencial que las administraciones competentes tomen cartas en el asunto y actúen ante esta situación, ya que año tras año la pradera de posidonia y la calidad de las aguas de baño de la bahía van disminuyendo.