Los medios de comunicación ibicencos han dedicado estos días amplios reportajes al espectacular incremento de reservas y a las expectativas que se abren con la llegada de turistas británicos a la isla, después de que el gobierno británico diera luz verde a los viajes al archipiélago balear. Hay que recordar que la bahía de Portmany ha sido una de las zonas más afectadas de la isla por las restricciones impuestas por el gobierno británico al principio de temporada, ya que obligaba a sus súbditos a realizar largos confinamientos en sus hogares a la vuelta de vacaciones.
Los portavoces de los hoteleros de Sant Antoni han asegurado que es muy probable que ahora abra prácticamente toda la planta hotelera de la bahía gracias a este cambio. El vicepresidente de la Asociación Hotelera de Sant Antoni y bahía, Juanjo Planells, incluso ha dicho en declaraciones a la agencia EFE que el mercado británico se ha reactivado de una manera “brutal” desde la inclusión de Balears en la lista verde de destinos seguros del Reino Unido. Los principales turoperadores, como Jet2 y TUI, “ya están empezando a operar” y se nota que “hay muchas ganas de viajar, muchas ganas de venir a España y en concreto a la isla de Ibiza, que siempre ha sido un destino británico por excelencia”, ha añadido Planells.
Planells también ha asegurado que la cuota de mercado del turismo británico en la isla es muy importante y todavía más para la zona Sant Antoni y de la bahía. En esta línea, ha explicado que una parte importante de la planta hotelera del municipio, compuesta por 20.000 plazas turísticas, ya está abierta, y que “muy pronto, si no ocurre nada raro, y si no damos pasos atrás” prácticamente todos los hoteles estarán abiertos.
Sin embargo, la amenaza de la pandemia sigue latente. Según Planells, hay que ser “conscientes de que el covid no ha acabado” y ha puesto como ejemplo de lo que puede ocurrir el brote de Mallorca, que ha producido más de 2.000 infectados entre estudiantes procedentes de muchas comunidades autónomas españolas.
“No podemos dar pasos para atrás, bajar de nivel y que tengamos más restricciones”, ha señalado Planells, para quien “ahora mismo sería un drama” que el Reino Unido cambiara el actual semáforo verde para Balears por el ámbar.