La iniciativa ‘Salvem Sa Badia de Portmany’ ya tiene una imagen propia. Para ello, ha recuperado y adaptado el mítico cartel que el artista Pere Planells Bonet (Ibiza, 1950) realizó para ilustrar camisetas y encabezar la gran manifestación que tuvo lugar en Vara de Rey en octubre de 1977, bajo el lema ‘Ses Salines Parc Natural’. Aquel dibujo se convirtió en símbolo de la Coordinadora Cívica Salvem Ses Salines durante casi dos décadas, hasta que este espacio fue declarado reserva natural por el Congreso de los Diputados, en 1995.
Para utilizar y modificar este icónico dibujo, miembros de la iniciativa ‘Salvem Sa Badia de Portmany’ localizaron al autor, que actualmente reside en una pequeña localidad de la provincia de Tarragona, donde tiene un estudio y regenta una sala de exposiciones. Planells, una vez conoció los objetivos de este proyecto, no dudó en ceder el uso de su famosa ilustración.
“Me hizo ilusión recibir esta propuesta de la iniciativa ‘Salvem Sa Badia de Portmany’ porque, aunque soy de Vila, tengo una relación muy especial con la bahía. Recuerdo que de niño, a finales de los años 50, iba a bañarme a la playa de S’Arenal y frente a la orilla brotaban manantiales. Podías beber agua dulce en mitad de la mar salada, mientras nadabas. Y cuando crecí venía a ver a mis amigos de Sant Antoni y salíamos a pescar sirvias a S’Espartar”, rememora Planells.
“La idea de trabajar para recuperar la bahía de Sant Antoni me parece fantástica y necesaria. Es un puerto natural impresionante y todo lo que sea proteger el entorno natural lo considero un esfuerzo necesario. Además, me parece muy bien que decidan los propios ciudadanos. Soy consciente de que con tanta presión humana es un objetivo difícil, pero hay que intentarlo”, subraya el artista.
Para Planells, el proyecto de Sant Antoni guarda relación con la reivindicación de antaño de salvaguardar ses Salines, así que recuperar el mismo cartel tiene sentido: “Entonces ya había muchas playas afectadas y los entornos naturales dejaban de serlo. De las salinas, además, también se tenía una visión comunitaria. Históricamente habían sido una propiedad colectiva, que además aportaba un importante complemento económico a los payeses que acudían a recolectar la sal. Eso movilizó a la gente y provocó que se reivindicara su protección con tanta fuerza”, explica.
Hay que recordar que el movimiento social para la protección de Ses Salines surgió cuando este espacio emblemático de las Pitiüses se encontraba amenazado por distintas urbanizaciones, finalmente anuladas. Habrían afectado a los ecosistemas y al equilibrio de los humedales, de gran importancia ecológica y reconocidos internacionalmente. Estaba prevista la construcción de 20.000 plazas de alojamiento en ses Salines de Eivissa y otras 10.000 en las de Formentera.
El cartel de ‘Ses Salines Parc Natural’, emblema de este movimiento, es una de las ilustraciones más recordadas de Pere Planells y en ella aparecen caricaturas de sus amigos, su esposa y él mismo (el hombre con gafas, bigote y un niño a cuestas). También lo son las portadas de los dos primeros discos del grupo Uc, ‘Cançons d’Eivissa’ (1974) y ‘En aquesta illa tan pobre’ (1976). Planells se marchó a estudiar a los 16 años y se licenció en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona. Fue ayudante del artista norteamericano Conrad Marca-Relli y también estudió Cinematografía en la Escuela de Cine Independiente de Barcelona (Eixalà).
En 1976, tras regresar por un corto periodo de tiempo a la isla, fue codirector ejecutivo del Museu d’Art Contemporani d’Eivissa, con Rafel Tur Costa y Leopoldo Irriguible. Al poco tiempo volvió a Barcelona donde ha trabajado siempre como docente vinculado a las Artes. Ha sido Profesor de dibujo y Catedrático Numerario de Dibujo en diversos institutos y, sobre todo, en el Instituto Los Tres Turons de Arenys de Mar.
Planells también es doctor en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona y gracias a su tesis sobre las formas modulares comenzó a hacer incursiones en el campo de la escultura. Entre sus obras destaca la escultura ‘La rosa dels vents’, realizada en Palafrugell y situada en Tamariu. Desde su jubilación reside en Mas de Barberans, un pueblo de 400 habitantes situado en las montañas que hay tras el delta del Ebro. “Un pequeño paraíso donde la gente aún se saluda por la calle, que me recuerda a aquella Ibiza de antes”, sostiene. Allí, en su estudio, sigue pintando y esculpiendo. Y los únicos carteles que realiza son los que anuncian las muestras que se inauguran en su sala de exposiciones.