La zona de Sant Antoni y la bahía registró la pasada temporada una ocupación media del 83,15%, superior en casi medio punto al 82,73% obtenida en 2018, según las cifras recopiladas por el sector hotelero pitiuso. Estos datos referidos a 2019 coinciden con la moratoria de tráfico comercial en la bahía de Portmany aprobada por el Govern balear, que sin embargo no afectó a las estadísticas de pernoctaciones de 2018, ya que durante esa temporada el servicio de ferris con la península funcionó con normalidad.
El dato aún resulta más determinante si se tiene en cuenta que la ocupación hotelera, en toda la isla si sufrió un descenso en 2019, cuando fue del 83,68%, frente al 84,19% alcanzado en la temporada de 2018. Estas cifras, al igual que las vinculadas a la actividad específica que tuvo lugar en los puertos de la isla, permiten demostrar sin género de duda que la llegada de viajeros en ferri a Sant Antoni no tiene la menor incidencia en la cantidad de turistas que pernoctan en sus hoteles.
Esta tendencia se reproduce prácticamente en todos los meses de la temporada analizada por el sector hotelero, que va de mayo a octubre, ambos incluidos. Incluso en los meses de julio y agosto de 2018, con un importante pico de viajeros llegando mediante ferri al puerto de Sant Antoni, dicha ocupación hotelera es menor que en estos dos mismos meses del año pasado. La ocupación en julio y agosto de 2018 fue del 88,64% y el 92,91%, respectivamente, frente al 90,08% y el 93,47% de los mismos meses de 2019.
Estos datos de ocupación se suman a la primera parte del estudio comparativo ya realizado por la iniciativa Salvem Sa Badia de Pormany, que evidencia que el puerto de Sant Antoni en funcionamiento solo representa el 1% del tráfico de buques comerciales en la isla, y a la segunda, que demuestra que el número de pasajeros que llegaron a la isla alcanzó su máximo en 2019, cuando el puerto ya estaba afectado por la moratoria, superando en 83.000 personas al año anterior. Todos estos datos permiten deducir que el cierre del puerto de Sant Antoni no ha tenido la menor incidencia en la llegada de pasajeros a la isla ni de turistas a Sant Antoni y la bahía.