La Universitat de las Illes Balears ha hecho públicos los resultados de un estudio que revela cómo las aguas hipersalinizadas vertidas al mar desde las desaladoras dañan a la Posidonia oceánica. Hay que recordar que esta planta marina endémica del mar Mediterráneo tiene un papel esencial en los ecosistemas marinos y que en las Pitiusas fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1999.
El estudio subraya que las praderas de esta especie solo prosperan de manera adecuada en aguas limpias y sanas, con buena calidad ambiental. De hecho, el estudio afirma que «la posidonia requiere unas condiciones de calidad del agua muy estrictas para poder desarrollarse correctamente. El ritmo de crecimiento lento de la posidonia, en combinación con su baja capacidad de producción de semillas, la hacen especialmente vulnerable y en muchos casos las pérdidas de biomasa pueden convertirse en irreversibles o únicamente recuperables a muy largo plazo».
Uno de los factores que influyen en el desarrollo de la posidonia es la salinidad del agua: «En el Mediterráneo, la concentración de sales se sitúa entre los 35 y los 38 gramos por litro de agua y la posidonia tolera como máximo una salinidad de 39 gramos de sales por litro. En algunas zonas, sin embargo, la salinidad del agua se ve alterada por los vertidos de las plantas desaladoras de agua marina. Estas aguas hipersalinas pueden llegar a tener concentraciones de hasta 70 gramos de sales por litro, de forma que casi duplican la concentración de sales del agua marina».
El estudio multidisciplinario, que ha realizado el grupo de investigación en Ecología Interdisciplinaria de la Universitat de les Illes Balears en colaboración con el grupo de investigación en Nutrición Comunitaria y Estrés Oxidativo de la UIB, que además forma parte del Centro de Investigación Biomédica en Red Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBEROBN), ha demostrado que la posidonia se ve severamente afectada por la liberación de aguas hipersalinas procedentes de las plantas desaladoras. El estudio se ha publicado recientemente en la prestigiosa revista Science of the Total Environment y puede consultarse en este enlace.
Estrés oxidativo, daño celular y hojas más pequeñas
Los investigadores han utilizado técnicas bioquímicas y biomarcadores (marcadores de estrés oxidativo) para determinar el estado fisiológico de las plantas y la respuesta de las células de esta planta frente a la salinidad. Los resultados muestran que los marcadores de estrés oxidativo y daño celular se incrementan en los puntos en que la salinidad del agua del mar es más elevada. También se ha detectado una disminución de la medida de las hojas de Posidonia oceánica de más de un 75 por ciento en los puntos con mayor salinidad.
El estudio se enmarca en el proyecto «Avaluació per mitjà de biomarcadors dels efectes dels emissaris marins i la hipersalinització de l’aigua sobre Posidònia oceànica», dirigido por el doctor Xavier Capó. El proyecto tiene el apoyo de la Cátedra del Mar Iberostar.