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Un informe de Ports IB reconoce que el 28% de la superficie del puerto de Sóller está cubierto por posidonia muerta

By 12 noviembre 2021 agosto 15th, 2022 No Comments

Este velero quedó varado con los temporales de esta semana en la zona de es Pouet, en la bahía de Portmany

Un estudio ambiental elaborado por Ports de les Illes Balears, difundido la semana pasada en Mallorca, da a conocer la importante regresión que afecta a las praderas de Posidonia oceánica que existen en el Puerto de Sóller e incluso concluye que el área donde esta planta ha muerto o desaparecido por completo es incluso equiparable a la zona donde aún sigue con vida.

El estudio realizado en el puerto mallorquín es parte de la documentación elaborada por el organismo público para justificar la construcción de un nuevo pantalán en aguas de la zona portuaria, con el objetivo de sustituir a otro que está en servicio. Las conclusiones apuntan que un 30% del fondo del puerto está cubierto por posidonia viva, mientras que un 28% de la superficie submarina está ocupado por planta ya muerta. Es decir, 41.000 metros cuadrados de pradera viva, frente a 37.000 metros cuadrados donde ya ha muerto.

El estudio realizado bajo las aguas de la bahía de Sóller se ha centrado en tres aspectos: la densidad de la población, la cobertura global de la posidonia oceánica y su densidad. Para llevar a cabo el trabajo de campo se han realizado estudios desde los 2,5 hasta los 14 metros de profundidad. Con los datos recogidos, se apunta a diversas causas de la progresiva desaparición de la planta submarina, que sería el resultado de un impacto antrópico propiciado por vertidos, el efecto de los motores de las embarcaciones y el fondeo con anclas y muertos, entre otros.

A estas causas, las organizaciones ecologistas han sumado otras, como el enterramiento de la pradera por arena durante los procesos de regeneración de las playas y el vertido de aguas grises y negras que se produce desde las embarcaciones fondeadas, que se suman a los procedentes de las redes de alcantarillado.

El estudio, asimismo, detecta gran cantidad de mata muerta intercalada entre pasillos de arena. La zona con más densidad de posidonia es la que está más alejada de la costa y las áreas donde ha desaparecido o la población es más dispersa se sitúan allá donde existe una mayor afluencia de embarcaciones fondeadas.

La situación descrita en Sóller tiene muchas similitudes con lo que está ocurriendo en la bahía de Portmany, donde la regresión de la posidonia es también extremadamente preocupante. Muchas de las actuaciones realizadas recientemente pretenden frenar la regresión de la pradera de posidonia, que aún cubre un área significativa de la bahía, en muchas de las cuales ha participado Salvem Sa Badia de Portmany. Como ejemplo, la operación de limpieza del fondo marino realizado en abril y mayo en las zonas norte y sur, a iniciativa de los ayuntamientos de Sant Antoni y Sant Josep, y con la colaboración de distintas organizaciones. Durante este proceso se retiraron 191 toneladas de desperdicios, entre ellas 330 estructuras de fondeo ilegal y 3 embarcaciones hundidas, quedando el fondo marino limpio por primera vez en muchos años.

La reducción de la eslora de los ferris que pueden operar en el puerto, que ahora es de un máximo de 65 metros, también ha contribuido a frenar esta regresión de las praderas, ya que de momento la actividad de estos grandes barcos sigue paralizada.

La implantación de un campo de boyas ecológicas, que evita el fondeo con ancla o muertos ilegales en la zona sobre la que se extiende, ha sido también un importante avance en la protección del fondo marino.

Cabe recordar que en un estudio realizado por una consultora ambiental por encargo del Club Nàutic Sant Antoni, en el que se incluía una nueva cartografía de los fondos de la bahía, se demostraba que en poco más de una década se ha perdido el 50% de la vegetación bentónica, en su mayor parte posidonia, de la que han desaparecido unos 140.000 metros cuadrados. De ellos, entre 40.000 y 45.000 metros cuadrados se corresponden a la zona de maniobras del puerto comercial.

Este estudio contrastaba radicalmente con otro presentado por Ports IB en octubre de 2020, coincidiendo con la celebración de un pleno en el Ayuntamiento de Sant Antoni donde se debatía sobre la prohibición o el mantenimiento de los ferris en la bahía de Portmany. Dicho trabajo, titulado “Informe de evaluación del tráfico comercial del puerto de Sant Antoni de Portmany”, había sido realizado medio año antes por unos ingenieros del norte de España y dedicaba a la posidonia poco más de tres párrafos, sin alertar en ningún momento de su preocupante retroceso ni manifestar inquietud al respecto. El objetivo de aquel trabajo era justificar el regreso de los ferris al puerto de Sant Antoni, tras la posible suspensión de la moratoria, como finalmente acabaría ocurriendo, aunque con la ya mencionada reducción de la eslora máxima que pueden tener estas embarcaciones.